Encuentra tu motivación diaria y cumple tus «para qués»
Muchos trabajadores se pasan el día sobrecargados de tareas que, en un 90%, no reportan beneficios directos a la cuenta de resultados por lo que les impiden salir de un bucle pernicioso que acaba menoscabando su calidad de vida y por tanto su motivación y compromiso con la empresa.
Personas con sueños que luchan cada día por salir adelante y cumplir sus objetivos. Y para ello necesitan grandes dosis de motivación, ese motor que te impulsa a conseguir lo que te propongas. Los conocimientos, la productividad y la dedicación no son suficientes. Necesitamos propósitos con fuerza suficiente para que la motivación inicial no decaiga y también una fe inquebrantable en que podremos conseguirlos. Es la que nos pone en marcha. Nada se puede hacer sin esa inyección, ni con la mejor de las voluntades.
Está claro que la formación es necesaria, pero en el mercado actual también ayuda tener una actitud adecuada, una estrategia definida y unos objetivos claros sin que falte la pasión.
La palabra motivación significa un motivo para la acción. Ese impulso consiste en unos objetivos bien definidos, unos grandes «para qués» que se traduzcan en una motivación poderosa. En definitiva, nuestros sueños. Los sueños son el medio que me ayuda a tener un fin pequeño cada día.
Alcanzar la esencia de lo que mueve a la acción exige ser muy concretos: saber quién quiero ser y qué quiero hacer, para qué lo quiero, cómo sabré que he conseguido mi objetivo, que tengo los resultados deseados o cuándo espero lograrlo son algunos de los interrogantes que debemos plantearnos antes de ponernos en marcha. Sin motivación personal no hay motivación profesional y cualquier éxito estará vacío de nosotros.
Nuestras empresas y nuestra sociedad nos necesitan para que seamos artífices de un cambio basado en lo que cada uno de nosotros haga. Primero, un sueño; segundo, capacidad de pasar a la acción; tercero, perseverar en cada parte del proceso.
Voy a tratar cinco claves de cómo encontrar la motivación en el día a día:
- Reflexiona sobre tu rutina diaria. Párate un momento a pensar para qué haces las cosas, qué te gustaría conseguir, cuáles son tus aspiraciones y deseos sinceros y si lo que haces está alineado a conseguir tus deseos sinceros, relaciónalos.
- Planifica las tareas de cada semana. Apunta en tu agenda los días y las franjas horarias en las que harás las tareas imperativas de la semana siguiente y escoge la prioridad de cada tarea en función de si te conduce a cumplir tus metas y deseos. La planificación debe ser realista.
- Haz un balance al final del día para poder medir los resultados.Debemos analizar nuestro día para saber si lo que hemos hecho nos dirige a cumplir nuestras metas personales y profesionales o no. Tenemos que medir los resultados para poder implementar acciones de mejora si fueran necesarias. No esperes al fin de semana o a fin de mes. Recuerda cada día un fin pequeño
- Comprométete contigo mismo para alcanzar tus metas. Cuando se pierde el compromiso, se deja de actuar y la motivación se esfuma. Sé coherente.
- Prioriza tu actividad profesional y tus deseos.Sé sincero contigo mismo y supérate. Haz lo que realmente deseas para alcanzar tus objetivos. Cuestiónate cada una de tus actividades analizando si te conducen a lograr el éxito o te estás dejando llevar por el día a día, por lo urgente y no por lo importante. Lucha contra el subconsciente.
A todo esto, debemos sumarle una actitud proactiva que ayude a pasar a la acción. Solo hay resultado cuando hay acción. Por eso es preciso derribar barreras mentales y condicionamientos e instalar hábitos que trabajen a favor. Anticiparse a las dificultades, prever lo que puede ocurrir y desarrollar una visión de largo alcance son algunos de los consejos que conducen la actitud proactiva que necesitamos.
Te animo a que veas el vídeo “Encuentra tu motivación” en nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=16_VVWaUCSs
Aritz Urresti, CEO de goalboxes, experto en Productividad y autor de Las Cajitas del Éxito